29 de septiembre de 2015

Eclipsado por la luna




No podía faltar a la cita. Seguramente nunca más podré volver a verla así, escondida de la luz que del sol le llega en nuestra noche. Esperé su salida por el horizonte en un alto lugar vecino de Baztan. Pero no había calculado que en el rincón que más llueve de Euskal Herria las nieblas son casi inevitables. Y antes de que el sol se marchara y llegara la luna, las nubes lo dominaron todo, hasta la luz. No tuve más remedio que huir en busca de otro emplazamiento que, ahora sí, era el acertado: el alto de San Cristóbal, sobre Pamplona. Estaba llena, llenísima, para cuando llegué arriba. Me olvidé de ella hasta que el despertador me levantó de mi saco de dormir. Eran las tres de la mañana y el eclipse de penumbra ya estaba avanzado. Trípodes en posición, ópticas potentes, espera corta y comenzó a esconderse el borde de la corona lunar. Pasó una hora mientras la luna se iba cubriendo de sombra y al cabo de ese tiempo se quedó en una mancha dorada: en una espectacular luna roja. En derredor la noche lo dominaba todo, duró así un buen rato porque mientras se iba abriendo la corona de la luna dibujaba una ligera penumbra. Así volvió, una hora después, todo a la normalidad. Y amaneció con la compañía de un tambor inmenso en el lado opuesto del horizonte: la luna eclipsada se marchó de nuevo.




23 de septiembre de 2015

Exposición férrea: QUINCE MIRADAS DE HIERRO




Exposición es en fotografía la cantidad de luz que a través de la cámara y la óptica se transmite a un soporte sensible, sea químico o electrónico, con el fin de registrar una imagen de modo permanente.
Exposición es también sinónimo de muestra, de exhibición pública, del trabajo de uno o varios autores y cumple con el propósito de cualquier lenguaje que es el de transmitir y ser escuchado.
La nuestra es de hierro y  de fotos. Quince fotógrafos hablando de hierro en imágenes, “quince miradas de hierro” en la sala Ondare de Bilbao (c/María Díaz de Haro). Yo voy a 80 x 80 y en negro.
Un colega de exposición se acercó hace unos días para decirme: “te voy a echar una bronca: seguro que tienes fotos de árboles mejores que la que has puesto; está desenfocada”.

Máquina, madera y agua son, fueron, tres ingredientes fundamentales en la fabricación preindustrial  del hierro. Esa es mi contribución. Inauguramos el jueves, 24 de septiembre.


16 de septiembre de 2015

Algo le falta a Tabakalera





Ya está inaugurado Tabakalera, el centro de cultura contemporánea y creación de Donostia, y aún deben ponerse en marcha muchas cosas.
 Todo bien, pero algo falta en Tabakalera. ¿Se habrán olvidado?
A Tabakalera le falta conservar su alma, recordar de algún modo permanente qué fue, por qué se construyó y para qué. Solo un pequeño resumen en la web de Tabakalera lo recuerda.
Le pasa igual que a la Alhóndiga de Bilbao que ahora quieren que se llame Azkuna Zentroa: no hay allí en tantos cientos de metros de espacios vacíos una triste cuba de madera que recuerde las que rodaban llenas de vino y vacías por su interior, ni un pellejo de vino de aquellos que se transportaban a hombros o sobre una carretilla, ni un carro de los que se llenaban de garrafones. No hace mucho tiempo descansaban a la intemperie en un solar de Bilbao, sin custodia ni amparo, varios de aquellos toneles. ¿Se habrán quemado ya en alguna estufa?
Le pasa lo mismo que al Guggenheim, que ha olvidado recuperar de algún modo “artístico”, al menos  la corona de la chimenea con baldosas cerámicas que remataba el edificio de la Compañía de Maderas sobre cuyos escombros se alza el supermuseo de Bilbao. Seguro que combinaba bien con las esculturas de Serra. ¿Dónde está aquella chimenea?

En Tabakalera hay muchos miles de metros cuadrados todavía vacíos y no hemos visto una cajetilla de los Ducados que se fabricaron en su última etapa, tampoco aquellos gigantes fardos con tabaco que descansaban almacenados en sus sótanos. Es preocupante que a los edificios que tuvieron alma se les vacíe tan fácilmente de su memoria en favor de la modernidad y por eso sigo creyendo que algo le falta a Tabakalera.







8 de septiembre de 2015

Alardes y montañas







Ha llegado la fecha para viajar a Hondarribia y descubrir los encuentros y desencuentros que provoca su Alarde (8 de septiembre). Recorriendo calles y escuchando música de marcha –el titibiliti-, hace ya un año que mis cámaras buscaron imágenes entre el mar y las murallas de Hondarribia, entre rojos y negros, vestido como me exigieron; hace ya un año que tuve que soportar de nuevo la oscura sospecha de que todos los fotógrafos buscamos poner en entredicho el alarde y queremos reforzar el disenso. Pero no era ese mi propósito, solo contar la fiesta en imágenes, toda la fiesta desde mi propia mirada. El resultado está en los papeles de tamaño grande de Ibilka, ahí está mi fiesta, ahí el Alarde.


Hondarribia comparte papel con otras sensaciones gratas, más gratas, encontradas en los caminos naturales de los Tres Grandes, del Aizkorri, Anboto y Gorbeia que tienen reportaje en forma de travesía, de periplo andarín visto bajo las luces cambiantes de las montañas. Allí me encontré con la tormenta, con otra tormenta, no humana sino eléctrica y relampagueante, que llenó de negros los horizontes y de destellos la noche. Llegó por supuesto la calma más adelante, la de los cielos limpios, la del viento calmado y el silencio interior. Necesaria, necesario para ponerse a mirar a otro lado. En ello andamos.



7 de septiembre de 2015

GETXOPHOTO 2015 A cada uno su música, a cada cual su papel

Caujole en la despedida

Papel poco, música algo más. Parece que este es el presente y futuro de la fotografía por lo visto y escuchado en la apertura de GETXOPHOTO 2015. Se despide Christian Caujole, con nostalgia y con buenas sensaciones vividas en este rincón del planeta, dejará ese sello tan francés que ha marcado su paso por GPH; no sabemos de dónde vendrá el relevo y si traerá la reivindicación tan escuchada de que algo de la fotografía que se hace en casa esté más presente.
Menos mal que Gari y Jona Aguirezabalaga vinieron a poner un poco de música al escenario para que no se nos cayeran las lágrimas en la sección inaugural.
Estuve de nuevo encerrado en la encerrona, escuchando ideas en torno al “papel del otro” en el proceso creativo, sobre el “papel del papel” con un editor frustrado –Mauro Bedoni- por el cierre de la etapa de papel de la revista COLORS (prometen que resurgirá) y una directora –Arianna Rinaldo- no tan frustrada pero con un claro sentido de las necesidades comerciales de una revista en papel como OjodePez.  Experiencias de director de museo, de gestor de exposiciones y más. El papel está sin futuro, por lo que parece, aunque no la fotografía, según dicen, a pesar de que la afirmación se cuestiona cada día más, incluso desde los propios implicados en fabricarlas.  
No he visto aún las exposiciones; me tienen ocupado trabajos de fotografía para ser vistos sólo en papel y eso parece que es bueno.
Pero espero de ellas descubrir ese otro mundo del “viaje” que nos propone GETXOPHOTO este año; hay propuestas interesantes sobre todo para pensar en el propio proceso fotográfico, a donde nos lleva y para qué nos sirve. 



El fotógrafo de la encerrona, el que nunca sale en la foto


Cada músico con su flauta


Diálogos encerrados








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