30 de abril de 2016

Almadia, en portada




La revista IBILKA se ha ido de almadías. Nos fuimos en realidad el año pasado, en esta fecha de final de abril para fotografiar y escuchar a los almadieros del siglo XXI. No podía ser menos: una almadía es portada en la revista, otra gran foto llena vertical en su interior. La memoria debe ser conservada y para eso las fotografías de hoy se convertirán en documentos del futuro. En esa idea el trabajo de los fotógrafos tiene que pensar en cumplir ese objetivo documental, también.






24 de abril de 2016

Chernóbil, yo también



Sí, yo también viajé a Chernóbil. ¿De turismo radiactivo? Tal vez. Encajó en un viaje a Ucrania con una perspectiva mucho más abierta pero pasear por las desoladas calles de Pripiat  y cerca del reactor protagonista fue también posible, para fotografiar y evocar así en imágenes una catástrofe inolvidable. Ahora, con su aniversario, la memoria revive aquel acontecimiento y lo trae de nuevo a los papeles impresos y pantallas. Compartí el viaje y la experiencia con Josu Iztueta, viajero empedernido,  con Belén Lobos y Ander Izagirre, también periodistas, y con Ander comparto espacio y relato en las páginas de la revista Nuestro Tiempo que publica la Universidad de Navarra. Diez imágenes, por elocuentes que sean, no valen tanto como diez mil palabras de Ander Izagirre. Quien tenga la oportunidad lea su relato: LAS CICATRICES DE CHERNÓBIL








11 de abril de 2016

Yo también ehualumni relevante




Insignia de la EHU
Algo habremos hecho bien, o por lo menos distinto.
Lo digo a propósito de la iniciativa que se pone en marcha desde la UPV/EHU (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Universitatea) para fomentar el vínculo entre la institución y los titulados en esta universidad mediante la creación de EHUalumni.
Ya son muchos años los transcurridos desde que allí, en una universidad creciente y con Facultad de Periodismo aún en fase fundacional, inicié aquel período para encontrar caminos a mi práctica fotográfica. Corrían unos convulsos años 80 pero mi tarea fotoperiodística había comenzado ya. Y sigue todavía sin un objetivo de convertirse en referencia pero sí de hacer algo cada día un poco diferente.
Tal vez por eso esa insignia de ehualumni se asienta tan bien en mi mano


Año 1983

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1 de abril de 2016

Caminando sobre el océano








Por los mejores escenarios de la costa de Euskal Herria

Ya quisiéramos, ya, ser capaces de caminar sobre el océano. Pero todavía no, todavía no es posible hacerlo literalmente aunque sí, rizando el rizo sobre esa expresión literaria del titular, hacerlo sobre la tierra que baña el mar. Y eso de caminar por donde el mar suena es toda una experiencia de múltiples emociones sensoriales, porque sentir la tierra bajo los pies mientras se escucha el batir del oleaje y se respira el iodo marino solo puede hacerse de aquel modo: “caminando sobre el océano”.  
Casi sería lo mismo decir que hacemos montañismo en el mar o, jugando a buscar equivalencias, que llevamos la experiencia de las montañas sobre la costa. Esa era una parte de nuestro propósito cuando establecíamos el guión de este libro que nos mueve: experimentar la práctica del caminante pero sin montañas como referencia, convertida esta en el mar, siempre el mar. Otro de nuestros propósitos ha sido intentar desentrañar y traer a la luz algunos misterios, acaso recontar algunas leyendas o desmontar otras teorías mal defendidas sobre los mundos que se relacionan con nuestro mar, ese viejo Golfo de Bizkaia para los marinos. ¿Por qué hay piedras redondas con agujero en nuestros acantilados? ¿Por qué las mareas esconden o desvelan rocas a capricho? ¿Por qué el sol no sale o se marcha siempre por el mismo horizonte del mar?
Tampoco podríamos haber evitado aproximarnos a excelsos paraísos donde las olas baten a capricho pero también han sido creadoras de paisajes, formas y relieves fantásticos. Por allí van también nuestros caminos costeros, a veces escondidos del mar, otras muy cerca del salitre. Caminamos también por parajes donde algunos privilegiados levantaron mansiones de mirada lejana, donde las voluntades guerreras instalaron defensas o fortificaciones, castillos y trincheras. Claro, en el mar no pueden faltar las referencias de tierra para quienes navegan; están las montañas que los marinos utilizan como señales para moverse sobre el océano y a nosotros nos sirven de tierra para explorar y están también esas señales luminosas que cobran vida con la noche y nosotros convertimos en aliados de nuestro viaje. ¡Cuantos territorios diferentes para el viaje curioso!
Pero que nadie piense que somos descubridores de mundos. No hemos inventado nada porque ya sabemos que los primeros caminos sobre nuestras rasas mareales no los hicieron ni los montañeros ni los exploradores sino los vecinos de los caseríos que sabían dónde encontrar las mejores pescas, los agujeros donde se escondían los pulpos y cómo sacarlos de allí para hacer su olarrosopa; acaso también algunos avezados marineros que buscaban escondidas calas para atracar allí sus embarcaciones, peregrinos que pisaban viejas calzadas o, tal vez, modernos cosechadores de algas. Los caminos terrestres ya estaban y nosotros los recorremos leyendo su alma y haciendo sobre ellos nuestro propio camino que siempre es interior. Esta vez con la mirada puesta en el océano.


De este a oeste, caminando con el sol
El libro “los mejores paseos por la costa vasca” desarrolla una lista de propuestas senderistas de todos los niveles y dificultades, en su mayoría accesibles a todos los públicos, siempre sobre los paisajes costeros de Euskal Herria.
Una decena de rutas tienen la costa de Lapurdi como escenario, una veintena larga caminan la costa guipuzcoana y también pasan de la veintena las que se mueven frente a los mares de Bizkaia, de modo que quien decida recorrer algún día todo este inventario de senderos podrá terminar presumiendo de conocer perfectamente la costa vasca.
El índice de nuestro trabajo se ha desarrollado de este a oeste por seguir el recorrido solar y marchar con su luz iluminando los caminos de modo que cada itinerario o propuesta se puede realizar de modo independiente aunque también hay alguna propuesta para recorrer largas distancias enlazando varias rutas consecutivamente.
En los itinerarios que lo requieren proporcionamos un mapa del recorrido y todos están acompañados de una ficha técnica y sugerentes fotografías que ayudan a saber qué es lo más bello de cada rincón costero.